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Síndrome del intestino irritable (SII) ¿Qué lo causa?

El síndrome del intestino irritable es un trastorno gastrointestinal funcional, lo que los médicos suelen llamar “trastornos de las interacciones entre el intestino y el cerebro” (Ver Definición e información para el síndrome del intestino irritable). Se caracteriza por presentar un grupo de síntomas, como dolor abdominal y cambios en la evacuación de las heces, que suelen aparecer de forma repentina sin dar cuenta de otra enfermedad.


El SII es un trastorno multifactorial, por lo que hasta el momento sus causas no están bien definidas. Sin embargo, se ha demostrado que este síndrome guarda relación con trastornos de la motilidad gastrointestinal, hipersensibilidad visceral, factores psicológicos y alimentación.

Trastornos de la motilidad gastrointestinal

La motilidad se define como el conjunto de movimientos del estómago que transportan los alimentos por todo el aparato digestivo. Cuando dicha función se ve alterada, aparecen ciertos síntomas que afectan la función digestiva. Los trastornos de la motilidad más frecuentes son la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la gastroparesia y la dispepsia funcional. Se cree que los pacientes que padecen del SII pueden tener diversos trastornos de la motilidad con mayor frecuencia que el resto de la población (Ver Síndrome del intestino irritable).

Hipersensibilidad visceral

La hipersensibilidad visceral se define como la percepción anómala del dolor y juega un papel preponderante en la patología del SII. “Como consecuencia, el intestino se encuentra en una situación de hiperexcitabilidad y de «defensa constante», con lo que el sistema visceral y, consecuentemente, las cadenas musculares se ven afectadas”, (Ver Dialnet) generando dolor con estímulos que no son dolorosas para el resto de las personas.

Factores psicológicos

En el intestino pueden reflejarse diversos problemas psicológicos y episodios de estrés. Por tanto, dichos factores psicosociales, emocionales o conductuales pueden desencadenar el SII. Según el estudio El síndrome del intestino irritable, “más de dos terceras partes de los pacientes con SII presentan trastornos psicológicos relacionados” dentro de los cuales predomina la depresión y la ansiedad.

Alimentación

La alimentación juega un papel determinante en el desarrollo del síndrome de intestino irritable. “Aproximadamente dos tercios de los pacientes con SII creen que sus síntomas son desencadenados por algún alimento” (Ver Importancia de la dieta en el Síndrome de intestino irritable)  Comidas altas en grasas, alimentos procesados y con alto contenido en hidratos de carbono (lácteos, chocolate, espárragos, brócoli, café, etc) pueden agravar los síntomas, ya que, pueden alterar la microbiota la cual habita en nuestro sistema gastrointestinal de manera equilibrada, generando aumento de los gases, alteraciones en el patrón de evacuación, distención y dolor abdominal.

Tratamiento

Inicialmente se deben realizar cambios en los hábitos alimenticios, aumentando la cantidad de fibra y agua al día, así como disminuir el consumo de alimentos procesados, grasas y exceso de azucares. El manejo de las emociones es fundamental por lo que se recomienda dormir al menos 8 horas diarias, realizar ejercicio 5 de los 7 días de la semana, no fumar ni consumir bebidas alcohólicas, en caso ser necesario deberá consultar con un especialista en salud mental.

Si los síntomas no mejoran con estos cambios debe complementar el manejo con tratamiento farmacológico, actualmente existen varias alternativas como los antiespasmódicos que ayudan a disminuir de forma efectiva los síntomas agudos, estos son, la trimebutina, bromuro de pinaverio y otilinio, entre otros. Consulta con un profesional de la salud capacitado para asistirte en la identificación del tratamiento más apropiado para tu condición específica.

Fuentes: