No hay dudas de que la alimentación es uno de los principales condicionantes del desarrollo y crecimiento durante la infancia. En estos tiempos, a nivel mundial, existe una carencia de micronutrientes, que se considera la causa más importante del “hambre oculta” y la desnutrición infantil.
El zinc es un micronutriente considerado definitivamente esencial. Cumple una función clave en la infancia para un óptimo desarrollo y crecimiento, pues forma parte importante en la producción de enzimas para la síntesis de ARN y ADN y en la función inmune.
Esto quiere decir que es un nutriente que las personas necesitan para estar sanas. Se encuentra en las células de todo el cuerpo. Ayuda al sistema inmunitario a combatir bacterias y virus. En este sentido, el cuerpo también necesita zinc para fabricar proteínas y el ADN, material genético presente en todas las células.
Las necesidades de zinc son más altas durante los períodos de rápido crecimiento. Su deficiencia se considera un problema de salud que afecta, tanto a países desarrollados como en desarrollo. Los grupos más afectados son los lactantes nacidos pre-término, lactantes pequeños para su edad gestacional, niños en la etapa de destete y en estado de recuperación de desnutrición e igualmente en adolescentes y mujeres en edad fértil.
Durante el embarazo, la infancia y la niñez, el organismo requiere de zinc para crecer y desarrollarse bien. Aparte, favorece la cicatrización de las heridas y el funcionamiento normal del sentido del gusto y el olfato. Este poderoso mineral también aumenta el efecto de la insulina.
Cantidades recomendadas
Las recomendaciones en torno al zinc, así como de otros nutrientes, son proporcionadas en el Consumo de Referencia Alimenticio (DRI, por sus siglas en inglés), desarrollado por el Comité de Nutrición y Alimentos en las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina. Así agrupadas, se le denomina Academia Nacional Científica Colectiva de Estados Unidos.
DRI es una sigla para un conjunto de consumos de referencia que se usan para planear y evaluar la ingesta de nutrientes de las personas saludables. Estos valores, que varían según la edad y el sexo, incluyen dos tipos:
Uno es la Ración Diaria Recomendada (RDA, por sus siglas en inglés). Tiene que ver con el nivel diario promedio de consumo suficiente para cubrir las necesidades de nutrientes de casi todas las personas saludables (97% a 98%). Es un nivel de consumo basado en datos obtenidos de investigaciones científicas.
El otro es el Consumo Adecuado (AI, por sus siglas en inglés). Este nivel se propicia cuando no existen suficientes datos científicos para desarrollar una RDA. Se establece un nivel que, se piensa, asegura suficiente nutrición.
Consumos de referencia dietética de zinc en niños
Consumos de referencia dietética
Los niveles diarios de consumo dependen de la edad. Las cantidades promedio están expresadas en miligramos (mg).
Bebés (AI)
- Hasta los 6 meses de edad: 2 mg
Niños e infantes (RDA)
- 7 a 12 meses: 3 mg
- 1 a 3 años: 3 mg
- 4 a 8 años: 5 mg
- 9 a 13 años: 8 mg
Adolescentes (RDA)
- Adolescentes (varones) de 14 a 18 años de edad: 11 mg
- Adolescentes (mujeres) de 14 a 18 años de edad: 9 mg
- Adolescentes embarazadas: 12 mg
- Adolescentes en período de lactancia: 13 mg
La mejor manera de obtener los requerimientos diarios de vitaminas y minerales esenciales, es consumir una dieta equilibrada que contenga una variedad de alimentos.
Importancia del zinc para el crecimiento
Estamos ante un mineral esencial para el organismo del niño, ya que es necesario para el funcionamiento apropiado de varios sistemas en el cuerpo, en especial para desarrollar un sistema inmune fuerte, capaz de ofrecer resistencia a diversas infecciones. También para una piel sana.
Ahora bien, los beneficios del zinc en los pequeños se ven reflejados para que tengan un normal desarrollo, tanto físico como cognitivo. Esto se debe a que este mineral desempeña un papel fundamental en procesos biológicos como el crecimiento, el metabolismo celular y la diferenciación. Todo esto se traduce en que, durante la niñez, el cuerpo necesita zinc, no sólo para crecer, sino también para desarrollarse adecuadamente.
Por otro lado, como dijimos anteriormente, juega un papel de apoyo para el sistema de defensas y tiene la función de crear proteínas y ADN. Aparte de ello, favorecer la cicatrización de las heridas y el normal funcionamiento del sentido del gusto y el olfato.
Suplementos de zinc
Existen estudios que han demostrado que la suplementación en niños con deficiencia de zinc favorece el tratamiento contra la desnutrición, ya que se logra ganancia de peso e incremento en talla, mejorando así episodios de diarreas y neumonías y también el desarrollo psicomotor.
Casi todos los suplementos multivitamínicos contienen zinc. Este mineral también se vende en suplementos, solo o combinado con calcio, magnesio, vitamina D y otros ingredientes.
Y es que un complejo multivitamínico con zinc proporciona los requerimientos diarios de este mineral.
Los suplementos se presentan en distintas formas, entre ellas como gluconato de zinc, sulfato de zinc y acetato de zinc. No es evidente que una de estas formas de presentación sea más eficaz que las otras.
El zinc se halla presente también en algunos productos no recetados de ingestión oral, entre ellos los etiquetados como medicamentos homeopáticos para resfriados. La utilización de los aerosoles y geles nasales que contienen zinc se encuentra asociada con la pérdida del sentido del olfato, en ocasiones con efecto prolongado o permanente. En la actualidad, este problema no se asocia con productos de zinc de ingesta oral como las pastillas de zinc para los resfriados.
Efectos negativos en la salud
La ciencia frecuentemente estudia cómo influye el zinc en el sistema inmunitario y las posibles conexiones entre este mineral y algunos problemas de salud.
Por ejemplo, como hemos destacado antes, el sistema inmunitario del cuerpo requiere de zinc. Hay niños en los países en desarrollo que registran bajos niveles de zinc, por lo que pueden tener un alto riesgo de contraer neumonía y otras infecciones.
También hay niños que a menudo fallecen por diarrea, producto de la deshidratación. De hecho, existen estudios que certifican que los suplementos dietéticos de zinc ayudan a reducir los síntomas y la duración de la diarrea en estos niños. Muchos de ellos tienen deficiencias de zinc o desnutrición.
Qué recomiendan la OMS y UNICEF
La Organización Mundial para la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recomiendan que los niños con diarrea deben ingerir zinc por un período de entre 10 y 14 días. En ese sentido, sugieren 20 mg por día. En caso de bebés menores de 6 meses, la dosis debe ser la mitad, es decir, 10 mg.
Está demostrado que proporcionar líquidos por vía oral, contribuye a salvar la vida de los pequeños, pero no tiene ningún efecto sobre la duración de la diarrea. La administración de suplementos de zinc podría ayudar a reducir el tiempo y la gravedad de la diarrea. Ello conlleva a tener beneficios adicionales mediante la solución de rehidratación oral para reducir la mortalidad infantil.
Por lo general, el zinc se proporciona como sulfato de zinc, acetato de zinc o gluconato de zinc. Todos son compuestos hidrosolubles.
Es importante destacar que en las zonas en que la prevalencia de la carencia de zinc, o de la malnutrición elevada, este mineral puede ser beneficioso para los niños de seis meses o más. Los estudios no respaldan el uso de suplementos de zinc en niños menores de seis meses de edad, en niños bien alimentados ni en entornos en los que los corren un riesgo bajo de padecer una deficiencia de zinc.
Cuando falta el mineral en el cuerpo
La deficiencia o carencia de zinc en el organismo disminuye el ritmo de crecimiento y desarrollo de los bebés y niños. También ocasiona debilidad y manchas blancas en las uñas, pérdida de apetito y cansancio.
Igualmente, produce debilidad del sistema inmune, susceptibilidad a procesos infecciosos, cicatrización lenta, hiposmia (pérdida parcial del olfato) e hipogeusia, que es la disminución de la capacidad de notar los sabores: dulce, ácido, amargo, salado y umami.
Aparte, puede generar diarreas crónicas, entre otros síntomas que sólo el médico especialista de su hijo podrá determinar con exactitud. Así como también la cantidad de zinc que el niño debe consumir dependiendo de su edad.
Cuidado con los excesos
Tenga presente que el zinc puede ser perjudicial si se ingiere en exceso. Algunos de los signos al respecto, son náuseas, vómitos, pérdida del apetito, cólicos, diarreas y dolores de cabeza.
En caso de dosis excesivas del mineral durante mucho tiempo, podrían generar trastornos como contenidos deficientes de cobre, poca inmunidad y bajos niveles de colesterol HDL (el bueno).
La mejor recomendación siempre será consultarle a su médico.