La caspa no sólo es un problema estético, sino que puede ser síntoma de un problema dermatológico subyacente. Uno de los más frecuentes es la psoriasis del cuero cabelludo. Se trata de una enfermedad cutánea, que provoca manchas rojas en la piel recubierta de escamas y una costra gruesa sobre el cuero cabelludo, que se extiende un poco más allá de la línea de nacimiento del cabello y que puede sangrar cuando se quita.
Algunos de los síntomas de este padecimiento son la piel cubierta de hojuelas y escamas plateadas, manchas en esas líneas de nacimiento del cabello y que pueden aparecer en otras partes del cuerpo. También picazón, ardor o dolor, un cuero cabelludo seco y caída del cabello de manera temporal.
Esta psoriasis, también llamada psoriasis capilar, es una enfermedad autoinmune que puede afectar incluso a la piel. La formación de esta no tiene nada que ver con el tipo o textura del cabello, por lo que cualquier persona puede desarrollar esta afección. También puede extenderse a la frente, a la parte posterior del cuello o detrás, e incluso dentro de las propias orejas.
La descamación
Normalmente, con esta enfermedad aparece una descamación del cuero cabelludo que puede variar en intensidad según las personas. Hay algunas que esa descamación a simple vista parece prácticamente caspa, mientras que en otros casos aparecen placas más gruesas y prominentes que pueden llegar a cubrir zonas más amplias –una costra- en el cuero cabelludo.
Es muy común confundir esta psoriasis del cuero cabelludo con la dermatitis seborreica en esa misma zona. Como dijimos antes, la primera va a tener como un brillo plateado, muy intenso y de escamas secas, mientras que, en la segunda, el cuero cabelludo se ve como más grasiento y de color amarillento.
Las causas de su aparición se desconocen, aunque hay estudios que afirman que se debe a la sobreproducción de células en la piel, debido a una alteración en el sistema inmunológico.
Esta psoriasis, así como las otras en el resto del cuerpo, se presenta en períodos de reactivación en donde la enfermedad empeora y períodos en que está mejor. Aunque hay algunos factores que influyen en su empeoramiento, como el estrés, algunos fármacos, el clima muy frío o seco, el alcohol y el tabaco, la obesidad e infecciones, ya sean virales o bacterianas.
Para aliviar los síntomas
Ahora bien, es importante que sepa que este padecimiento en el cuero cabelludo no tiene cura. Sólo existen distintos tratamientos que ayudan a aliviar los síntomas y a controlar su gravedad.
Para los brotes, el tratamiento de elección son los corticoides tópicos y analógicos de la vitamina D. En la temporada en la que la enfermedad se encuentra estable es importante no bajar la guardia y usar tratamientos para cuidar la piel y prevenir los brotes.
Los tratamientos de psoriasis son muy específicos y dependerán de la gravedad de la enfermedad. Lo que hacen es eliminar las escamas para hacer que se vayan reblandeciendo poco a poco, para que al final caigan y que no pique tanto.
Así que es de suma importancia seguir las indicaciones del médico, porque le dará un tratamiento particular, que sea antiinflamatorio y hace que cada vez se tenga menos células de piel amontonadas. Este puede ser a través de cremas y ungüentos, champúes, luminoterapia y medicamentos de administración oral o inyectables. Pero, aunque el tratamiento sea eficaz, la enfermedad tarde o temprano regresará.
También es fundamental que, si le indica un champú en particular, seguir las indicaciones, porque ese champú le va a ayudar a que el cuero cabelludo lo tenga más hidratado, con menos picor y rojeces.
Para la aplicación
En lo que respecta a los tratamientos, la mejor manera de aplicarlos es hacerlo por la noche, ya que son más efectivos mientras se descansa.
Hay algunos tratamientos que son hidroalcohol, es decir inflamables, y por eso debe tenerse cuidado al aplicarlos. No debe tener cerca mecheros, velas y cigarrillos, porque resulta peligroso.
El siguiente paso a tener en cuenta es cepillar el pelo para quitar el mayor número de escamas posibles. Luego agitar el frasco para que el producto salga de forma homogénea.
Para la aplicación en sí se necesitan las manos o un peine. Hay que abrir líneas en el cabello y aplicar el producto sólo en las zonas afectadas y en pequeñas cantidades. Después deberá masajear el cuero cabelludo para que el producto penetre. Eso sí, con cuidado y evitando el contacto con la cara y los ojos.
Dependiendo del tratamiento y si esta mancha la ropa de cama, lo que hará es cubrir el cabello con un gorro o toalla, teniendo en cuenta que la cura oclusiva puede aumentar la eficacia del producto, pero también incrementar sus efectos secundarios.
Si a la mañana siguiente se tiene el cabello graso, lo que debe hacer es lavarlo con el champú especial que le ha recomendado el dermatólogo, que además le hidrata y alivia el picor. Al momento de secarlo, debe tener mucho cuidado con el calor, es decir, no aplicarlo directamente, sino a una distancia que el pelo no se vea afectado.
Consejos básicos
Como hemos dicho antes, la psoriasis es una afección que puede dar lugar a picor, inflamación y dolor. La sensación de rascarse va a ser de lo más normal; sin embargo, debe evitar hacerlo con las uñas o peines en las zonas afectadas por estas escamas, porque se corre el riesgo de sufrir una inflamación e infección y caída del cabello.
También puede poner en práctica hábitos saludables en su alimentación. Por ejemplo, consumir alimentos ricos en fibra y en probióticos, ya que mejoran la absorción de nutrientes beneficiosos para la psoriasis. Puede comer frutos secos crudos, que no estén fritos ni salados.
Igualmente, incorporar en su día a día los vegetales y las frutas, pues aportan vitamina A y antioxidantes, que al final, terminan hidratando y manteniendo las células de la piel. El consumo de pescado azul también es fundamental, porque como contiene omega 3 tiene esa acción antiinflamatoria frente a enfermedades como la psoriasis. De modo que, si sufre de esta afección en el cuero cabelludo, no entre en crisis. Sus signos aparecen y desparecen.
Lo importante es acudir al médico, ya que la clave está en seguir un tratamiento adecuado para lidiar con la picazón y las escamas.