Es probable que al menos una vez hayamos experimentado esa desagradable sensación de “quemazón” en el estómago después de comer. Si esto ocurre de forma esporádica no hay de qué preocuparse. Sin embargo, cuando este malestar parecido al ardor -llamado reflujo- se vuelve frecuente, es necesario hacer una revisión con un especialista.
Nuestro cuerpo funciona como un todo. Si uno de sus sistemas falla, esto puede repercutir en el resto del organismo. Y dado que el sistema digestivo es esencial para nuestro funcionamiento, es importante atender las molestias o síntomas que nos avisen que algo no anda bien. En este caso, el reflujo gastroesofágico puede ser, como veremos más adelante, una alarma que nos avisa sobre nuestros hábitos alimenticios o sobre un problema mayor que debe ser atendido.
Pero ¿qué es exactamente el reflujo y qué consecuencias puede tener en el funcionamiento de nuestro sistema digestivo y la salud en general?
¿Qué es el reflujo gastroesofágico?
El reflujo es una sensación de ardor estomacal que puede estar acompañada por regurgitaciones, que son devoluciones espontáneas de contenido gástrico sin náuseas. Ese contenido puede volver hacia el esófago, pero también hacia la boca o las vías respiratorias.Se trata de un malestar que podemos experimentar alguna vez en la vida sin consecuencias para nuestra salud.
Sin embargo, hay personas que padecen reflujo de forma sistemática. Y en esos casos puede pasar a convertirse en enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), con síntomas muy molestos que pueden alterar la calidad de vida.
Para evitar que un reflujo ocasional se convierta en ERGE es importante prestar atención a la frecuencia e intensidad de los síntomas y buscar asistencia médica especializada.
Causas del reflujo
El reflujo puede tener diversas causas y factores de riesgo asociados a su aparición. Algunas de ellas son:
• Distensión estomacal
El esófago y el estómago están unidos por una especie de anillo muscular llamado esfínter esofágico inferior (EEI), que tiende a relajarse cuando comemos para permitir el paso de la comida hacia el estómago. Hay pacientes que pueden presentar una relajación permanente de ese anillo muscular, lo que facilita la devolución del contenido gástrico (regurgitación).
Bolsillo ácido
Se conoce como bolsillo ácido o acid pocket al reservorio de ácido que se produce en la parte superior del estómago después de comer. Todas las personas producimos esa sustancia, pero si el paciente ya presenta distensión en el anillo muscular que conecta el esófago y el estómago, el contenido gástrico se va a devolver con mayor intensidad.
• Aumento de la presión abdominal
La obesidad, el embarazo y cierto tipo de ejercicios físicos generan una presión extra en las paredes internas del abdomen, lo que en algunos casos puede favorecer la aparición del reflujo gastroesofágico.
• Mala alimentación
Las grasas saturadas, los alimentos picantes o abundantes, el alcohol, el chocolate y las bebidas con cafeína estimulan la relajación del esfínter esofágico inferior, lo cual puede producir reflujo en algunas personas.
Fumar, el consumo de ciertos medicamentos, padecer hernia de hiato son otros factores de riesgo asociados a la aparición del reflujo gastroesofágico.
¿Cuáles son los síntomas del reflujo gastroesofágico?
Las molestias ocasionadas por el reflujo pueden variar en frecuencia e intensidad de acuerdo a cada persona. En términos generales, el reflujo produce:
- Regurgitaciones (devolución de contenido gástrico).
- Sensación de ardor o quemadura en el pecho después de comer o al estar acostado.
- Dolor abdominal.
- Dolor torácico.
- Dolor o malestar en la garganta (sensación de “tener un nudo en la garganta”).
- Laringitis (inflamación de las cuerdas vocales).
- Tos / asma.
- Dificultad para tragar.
¿Cómo afecta el reflujo a la salud?
Si el reflujo se vuelve persistente puede generar complicaciones a la salud y a la calidad de vida del paciente, tales como:
• Esofagitis
La acción del ácido estomacal puede destruir los tejidos del esófago, generando inflamación, dolor, problemas para tragar los alimentos y en los casos más graves, úlceras.
• Estrechamiento del esófago
Cuando el ácido estomacal corroe el esófago, este se protege generando un tejido cicatricial. A su vez, este tejido hace que el esófago se vuelva más estrecho, generando problemas de deglución.
• Condiciones precancerosas
Los cambios a los que somete la mucosa del esófago como consecuencia del reflujo pueden generar modificaciones en su estructura. Estos cambios pueden estar asociados a la aparición de cáncer.
Otras consecuencias que puede tener el reflujo gastroesofágico y que pueden tener un impacto en la calidad de vida son halitosis, gases, cambios en la voz y la respiración, etc.
¿Cómo se diagnostica el reflujo gastroesofágico?
Hay que decir que el diagnostico fundamental es clínico, por los síntomas que hemos comentado anteriormente. Normalmente si se da un tratamiento antisecretor, como por ejemplo, el omeprazol o algún fármaco parecido y disminuyen los síntomas o mejora mucho, o se va la sintomatología, se considera esto como un criterio diagnóstico inicial.
Ahora bien, sin la sintomatología es diaria y no mejora con el tratamiento antisecretor, entonces se ha de valorar hacer una gastroscopia, que sería una exploración complementaria que se realiza primero si se considera necesario. Es una endoscopia en la que se introduce un tubo hasta el esógafo o incluso hasta el estómago y se observa cómo está la mucosa. Se pueden tomar biopsias.
En el caso que haya sintomatología típica y que la endoscopia salga normal, se puede hacer una phmetría, que también se introduce una sonda y se mide el ph a nivel del esógafo y también del estómago. Esto puede ayudar a ver si hay un ph ácido a nivel del esógafo y ayuda a diagnosticar.
De no ser suficiente, se puede hacer una manometría esofágica, que sería algo parecido, pero para medir la presión a nivel del esófago y ver cómo está. También se hace para descartar trastornos motores, y se realiza antes de las intervenciones quirúrgicas.
La endoscopia o la gastroscopia le servirá al médico para evaluar también el nivel de gravedad, se clasifican en ABCD o según el nivel de lesión.
¿Qué hacer si tiene reflujo?
Si el reflujo se presenta de forma frecuente o padece alguno de los síntomas asociados a esta condición, es necesario ir al médico para que este determine las causas e indique el tratamiento apropiado.
Si se trata de un episodio ocasional, un profesional farmacéutico puede sugerirle un antiácido – antirreflujo o un medicamento afín a su condición.
¿Cuál es la diferencia entre el reflujo gastroesofágico y la enfermedad por reflujo gastroesofágico?
Los bebés también pueden padecer de reflujo gastroesofágico, por eso, la Academia Americana de Pediatría (AAP) ha establecido las diferencias entre el reflujo gastroesofágico (RGE) y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
Distinciones entre el reflujo gastroesofágico y la enfermedad por reflujo gastroesofágico
El reflujo gastroesofágico, también llamado RGE, son los movimientos indetenibles a nivel estomacal que a veces se reflejan en el esófago, en la nariz y en la boca.
Es importante señalar que, cuando el reflujo se vincula con otros síntomas o si su persistencia es latente después de transcurrida la etapa infantil, se convierte en una enfermedad. Esta condición, al mantenerse en el tiempo, recibe el nombre de enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE.
Hay que diferenciar que el RGE en los niños no está considerado como una enfermedad, por lo tanto, no está presente la “E” al inicio de dichas iniciales (ERGE).
En el área médica, el RGE está tipificado como normal y, a los bebés que lo sufren, se les dice que son bebés alegres que regurgitan, porque en ellos no existe mal humor y no reflejan dolor cuando presentan este síntoma.
Es decir, paradójicamente si lo comparamos con el adulto, el bebé tiende a sentirse bien después de que regurgita. Algunos síntomas que identifican el RGE son concurrencia de problemas alimentarios de connotación leve, como, por ejemplo: la alimentación ocasional prolongada o interrumpida.
La normalidad del reflujo o el reflujo gastroesofágico
Cuando se habla de la normalidad del reflujo, se dice que este comienza en algunos casos a las 2 o 3 semanas de haber nacido el bebé y que se extiende hasta los 4 o 5 meses.
Esto significa que casi todos los bebés que nacen a término, presentarán la sintomatología completa hasta alcanzar los 9 a 12 meses de edad. Lo trascendental es que el RGE casi siempre desaparece en la medida en que el tracto digestivo superior va madurando.
Hay que destacar que el niño, en su desarrollo normal, cuando ya está en capacidad de controlar su cabeza o de sentarse, ya es factible iniciar con el consumo de algunos alimentos sólidos, estos rasgos de avance y evolución física le ayudará a mejorar la sintomatología del RGE.
¿Cómo puedo determinar si mi hijo tiene reflujo gastroesofágico?
El ERGE es diferente al RGE, solo que ambos se vinculan por la presencia de reflujos.
En el caso de que tu hijo presente alguno de estos síntomas, debes avisar al pediatra que lo atiende de inmediato para diagnosticar o descartar una ERGE. Estos son algunos de los síntomas:
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- Pérdida del apetito
- Si refleja algún dolor a través de su llanto, mientras come
- Cuando hay sangre en su reflujo o tiene un color verdoso
- Cuando el reflujo es más frecuente y fluido
- Cuando su estómago se nota como hinchado y duro
- Si existe algún síntoma respiratorio de cuidado
Otro de los síntomas que pueden prender las alarmas de que tu bebé sufra de ERGE es que no logre aumentar de peso, rechace totalmente los alimentos y que sus micciones y necesidades físicas sean escasas.
¿Qué evaluación le hará el pediatra a mi bebé si sospecha que tiene enfermedad por reflujo gastroesofágico?
Si el pediatra sospecha que tu bebé sufre de la ERGE, estudiará sus síntomas e indaga sobre su alimentación, tomando en cuenta el crecimiento del niño, además de su altura y su peso. Esto arrojará una gráfica de crecimiento que permitirá aclarar las dudas.
Es de vital importancia que el diagnóstico pediátrico sea certero y se base en una evaluación objetiva, amparada por exámenes y estudios que lo corroboren. Esto dará cabida a que el tratamiento que se le aplique sea el más adecuado.
¿Qué tratamiento se puede aplicar ante el reflujo gastroesofágico y la enfermedad por reflujo gastroesofágico?
Generalmente, los padres anhelan una rápida solución cuando los bebés regurgitan, pero este proceso lleva su tiempo.
Lo primero que se sugiere es que debe haber un cambio en su estilo de vida, tanto de alimentación, posición y la toma de medicamentos, para controlar dicha molestia.
En ocasiones, cuando el RGE o el ERGE son graves, se recomienda un procedimiento quirúrgico para corregir las anormalidades que existan a nivel del estómago y esófago. Esta cirugía recibe el nombre de fundoplicación.
Tratamiento para ser aplicado durante sus primeros meses de vida
- Es importante que el niño expulse todos los gases estomacales de manera natural después de haber recibido su alimentación.
- La alimentación debe ser proporcionada en pequeñas cantidades y de manera pausada para que el niño lo asimile con normalidad.
- Trata de mantener al niño en posición vertical media hora después de ser alimentado.
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Tratamiento sugerido para los niños más grandes
Cuando se trata de niños de mayor edad, se sugiere lo siguiente:
- Evite darle al niño frituras y grasas con frecuencia, ya que estas reducen el vacío del estómago, promoviéndoles el reflujo.
- En el caso de que el niño sea asmático, los medicamentos para el asma pueden ocasionar que el esfínter esofágico inferior tenga cierta relajación, lo cual permite que los contenidos estomacales regresen al esófago.
- Estar siempre alerta ante aquellos alimentos que tienden a producir acidez o reflujo en los niños para excluirlos de su dieta.
- El pediatra es la persona autorizada, ante cada caso, para recomendar medicamentos que reduzcan o neutralizan el ácido estomacal. Es una manera muy apropiada de combatir los síntomas vinculados con la ERGE.
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¿Cuándo es oportuno que el pediatra refiera al niño a un gastroenterólogo pediátrico?
Cuando se dé cuenta de que el problema se ha agudizado y que es más efectivo que el niño sea atendido por un gastroenterólogo pediátrico, quien es un especialista en enfermedades del tracto intestinal, incluyendo el ERGE.
Las razones que lo pueden inducir a la toma de decisión son:
- Bajo aumento de peso del infante.
- Dificultades en la alimentación.
- No responder a la terapia médica.
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Un gastroenterólogo pediátrico chequeará todo lo acontecido con el niño, en cuanto a lo relacionado con su dieta y las gráficas de crecimiento. Basado en esto, decidirá cuál deberá ser el tratamiento más efectivo que ayudará al niño a superar dicha condición.
El gastroenterólogo pediatra le hará un seguimiento al cambio en el estilo de vida del niño y evaluará si este requiere de algunas pruebas adicionales que logren controlar y corregir ese severo malestar estomacal producido por el reflujo gastroesofágico.
Fuentes
https://semergen.es/files/docs/grupos/digestivo/guia_practica_reflujo.pdf
https://www.aegastro.es/documents/pdf/REFLUJO-GASTROESOF%C3%81GICO-1.pdf
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/gerd/symptoms-causes/syc-20361940