El embarazo trae consigo una serie de cambios que en algunos casos se expresan con la aparición de ciertas condiciones o síntomas. Las náuseas y los vómitos son algunos de los más comunes, especialmente durante las primeras semanas de gestación.
Por lo general, se trata de un tipo de malestar que desaparece a medida que el embarazo avanza. Según información publicada por el Centro Nacional de Información Biotecnológica de Estados Unidos (NCBI), un 80% de las embarazadas presenta esta condición, comenzando entre las 4-9 semanas de gestación hasta las semanas 12 a 16.
En casos de vómitos y náuseas persistentes podría tratarse de hiperémesis gravídica, una condición que afecta al 3% de los embarazos y que puede tener complicaciones para la salud de la madre y el bebé si no es tratada a tiempo.
Por esta razón es es necesario acudir a la consulta médica para determinar la gravedad de los síntomas y el tratamiento respectivo en caso de que lo amerite.
Causas de las náuseas y vómitos en el embarazo
No existe una causa única para explicar las náuseas y vómitos en el embarazo. Lo que se sabe hasta ahora es que ambos síntomas pueden ser producto de un aumento de la gonadotropina coriónica humana (hCG), conocida comúnmente como “hormona del embarazo”.
También parece existir una relación entre la aparición de vómitos y náuseas y el aumento de las cantidades de estrógeno y progesterona, otras dos hormonas esenciales en el ciclo reproductivo femenino y que están presentes durante la gestación.
Otras causas relacionadas podrían ser la presencia de condiciones del sistema digestivo, como la gastritis, el reflujo y la acidez estomacal.
¿Cuándo es necesario acudir al médico?
Lo primero que es importante aclarar es que todo embarazo requiere de seguimiento por parte de un médico especialista. Las consultas y los exámenes de control son vitales para monitorear la salud de la madre y el bebé. No hay que esperar a presentar algún malestar para ir al médico.
Más allá del control prenatal, es necesario visitar al médico en caso de que las náuseas y los vómitos se vuelvan más intensos, frecuentes o vengan acompañados de otros síntomas, como
- Deshidratación (boca seca, sed excesiva, menos cantidad de orina).
- Dolor abdominal.
- Vómito con sangrado.
- Dificultad para hablar.
- Entumecimiento de un lado del cuerpo.
- Fiebre.
- Falta de movimientos fetales después de los 6 meses de gestación.
- Adelgazamiento.
Tratamiento para las náuseas y vómitos durante la gestación
Si el médico determina que las náuseas y vómitos son consecuencia del embarazo, es probable que sugiera iniciar tratamiento farmacológico. La primera línea de tratamiento es la doxilamina+ piridoxina (vit B6), en caso de ser insuficiente o no mejorar los síntomas se indican medicamentos que inhiben el centro del vómito como el ondansetron y la metoclopramida.
Otras recomendaciones a tener en cuenta:
- Comer con mayor frecuencia y en menos cantidades (5 o 6 comidas al día y en pequeñas porciones).
- Mantenerse hidratada: tomar agua y consumir líquidos (fríos), también en pequeñas cantidades.
- Comer alimentos de textura suave, como puré, arroz o compotas.
Si los vómitos y náuseas se deben a la existencia de una condición de salud, el personal médico determinará un tratamiento acorde a las causas y la gravedad del mismo.
Es importante destacar que si bien estos síntomas no se pueden prevenir, sí se pueden mejorar siguiendo las recomendaciones médicas. Para ello es vital el control del embarazo y acudir al médico en caso de que los síntomas persistan.
Fuentes: