Manejo de vómitos en niños

El vómito en los niños es una situación común que puede ser causada por diversas razones, desde infecciones virales hasta problemas digestivos. Aunque puede ser alarmante para los padres, la mayoría de los casos de vómitos en los niños no son graves y pueden ser manejados eficazmente en casa.

Este artículo ofrece una guía detallada sobre cómo manejar los vómitos en los niños de manera segura y efectiva.

Causas comunes de vómitos en los niños

Los vómitos pueden ser causados por una variedad de factores. Entre las causas más comunes se encuentran las infecciones virales como la gastroenteritis, que es una inflamación del tracto gastrointestinal. Otras causas incluyen intoxicación alimentaria, reflujo gastroesofágico, migrañas, y en algunos casos, ansiedad o estrés.

Síntomas y signos de alarma

Es importante distinguir entre los vómitos que pueden manejarse en casa y aquellos que requieren atención médica inmediata. Según un artículo de KidsHealth, si un niño presenta síntomas como fiebre alta, dolor abdominal severo, vómitos con sangre, letargo extremo o signos de deshidratación (boca seca, llanto sin lágrimas, orina oscura o infrecuente), es importante buscar atención médica de inmediato.

Primeros pasos en el manejo de vómitos

Cuando un niño comienza a vomitar, es fundamental mantener la calma y seguir estos pasos iniciales:

Hidratación: es esencial mantener al niño bien hidratado. Ofrecer pequeñas cantidades de líquidos como agua, solución de rehidratación oral o caldos claros, cada 15-20 minutos puede ayudar a prevenir la deshidratación.
Descanso del estómago: después de que el niño deje de vomitar, es recomendable darle un descanso de aproximadamente 30 minutos antes de ofrecer líquidos nuevamente. Esto permite que el estómago se asiente.
Reintroducción gradual de alimentos: una vez que el niño ha dejado de vomitar por varias horas, se pueden reintroducir gradualmente alimentos blandos como galletas saladas, pan tostado, arroz o puré de manzana. Es mejor evitar alimentos grasos, pesados o muy dulces.

Cuidados en casa

En la mayoría de los casos, los vómitos en los niños pueden manejarse en casa con cuidado y paciencia. Algunos consejos adicionales incluyen:

Evitar la automedicación: no se deben administrar medicamentos antináuseas a menos que sean prescritos por un médico. Estos medicamentos pueden tener efectos secundarios y no siempre son adecuados para los niños.
Mantener un ambiente tranquilo: es importante que el niño permanezca en un ambiente tranquilo y cómodo puede ayudar a reducir la ansiedad que podría empeorar los vómitos.
Controlar la temperatura: es crucial asegurarse de que el niño no tenga demasiado calor o frío, ya que las temperaturas extremas pueden agravar los síntomas.

¿Cuándo consultar a un médico?

Aunque la mayoría de los episodios de vómitos no son graves, hay situaciones en las que es necesario buscar atención médica. De acuerdo con las recomendaciones del Manual MSD, debe llamarse a un médico si:

El niño tiene más de 6 u 8 episodios de vómitos
Los vómitos persisten por más de 24 horas en niños mayores o más de 12 horas en niños menores de dos años
Están acompañados de síntomas preocupantes como dolor abdominal severo, fiebre alta, tos, erupción o signos de deshidratación.

Prevención de futuros episodios

La prevención de futuros episodios de vómitos implica mantener una buena higiene, como el lavado frecuente de manos, y asegurarse de que los alimentos estén bien cocidos y almacenados correctamente. Además, es importante enseñar a los niños a evitar compartir utensilios y bebidas con otros para reducir el riesgo de infecciones virales

El manejo de los vómitos en los niños puede ser un desafío, pero con la información adecuada y un buen enfoque la mayoría de los casos pueden manejarse eficazmente en casa. Es esencial estar atentos a los signos de alarma y saber cuándo buscar atención médica. Con estos cuidados, los padres pueden ayudar a sus hijos a recuperarse rápidamente y prevenir complicaciones.

Fuentes: